viernes, 8 de mayo de 2015

Muñeca rota

A Fiorella no le tienen envidia, le tienen pena.
Por ser una chica bonita, hasta la comparan con una muñequita pero ella eligio ser una muñeca rota.
Y de verdad se volvía muñeca para aquel que ella una vez amó y por sus propias manos pequeñas la dignidad se arrancó.
Pensó que no valia nada, que más preciado era que las manos de quien fue su dueño tocaran su piel de porcelana.
Y que por un momento la volvieran humana y la hicieran sentir esa mujer amada que alguna vez fue en alguna vida pasada.
Y ella se hacia daño pensando obtener algo pero solo conseguia hacer que los demas la miraran como alguien boba porque no valoraba lo que ella era como persona.



La curiosidad mato al gato


Hay cosas las cuales uno no quiere oir ni saber aunque de manera masoquista y enfermiza hay una pequeña voz, un pequeño ser quiza, que te incentiva a ver que hay más alla de esa puerta oscura y sombría que se encuentra entreabierta. 
“Ten cuidado con esa chiquita”, “Habiendo tantas chicas lindas...”, “¡Tu ex novia fue una perra!”
¿Entonces eso también me hace perra? Yo me hallo una persona, ni siquiera mujer, ser humano en general tan entregado que siempre hallo quien esta listo para herirme y hacerme sentir que a pesar que doy todo, esto no vale nada.
“No me digas, mejor no quiero saber”
Y tras decirme aquello con una sonrisa en los labios y los ojos chinos brillando,cual niño que espera ver la reacción tras ser descubierto, la presión se me baja. Pues no espero ser calificada de tal forma. No es la primera vez, pero quizá esta vez esperé ser defendida por quien quiero.
“No esperes nada de nadie”
Y que difícil es, pues cuando más se da pareciera que con menos te quedas y si el cariño no es igual pues se cumple que siempre la persona que ama es quien con menos se queda y quien más pierde.












jueves, 29 de mayo de 2014

¿Y dónde queda el amor?



 
¿Y dónde queda el amor?
Entre las caricias regadas, los besos robados,
los toques encendidos y los cuerpos prendidos,
¿Y donde quedo aquella mirada?
los ojos risueños, llenos de brillo,
de sueños perdidos y lujuria ganada
¿Cuando todo se volvió frugal?
Con palabras vacías, fuera de tono,
movimientos arrítmicos, que no tienen gracia
La magia se esfumó
y entre los confines de esta habitación
mi corazón delirante, bobo
e incrédulo el pobre, se perdió
Ya no caben los besos, mi piel se acorazó
o quizá fueron aquellos dedos fríos
que solo transmitieron desazón,
Dejemos la farsa
ya no somos uno, esta historia se terminó.
 

sábado, 15 de marzo de 2014

Va cayendo la noche



Y no pertenezco.
No soy aquella chica que describes.
No soy aquella que colma tu mente
ni aquella que luce adorable lista para salvarte
Y no soy de acá.
No miro el mundo con tus mismos ojos
siempre seré parte del precipitado
de los oscuros marginados
que no encuentran su lugar en este mundo
porque pareciera que nunca estuviera lista
para mezclarme con la masa
o tomar la mano de alguien
y que al cruzar nuestros dedos sienta felicidad
y no animadversión
por sentir que es equivocado
mentirme a mi misma
para lucir más mundana
sabiendo que no ganaré nada
solo ser cruel y reafirmar
que no soy lo que tu pensabas.


miércoles, 5 de marzo de 2014

Día sombrío



Y si la garua limpiase mi alma
me lanzaría a ella con fe de que suceda
y si al caer en mis cabellos desordenados
penetrase mi cabeza dura
esperaría que borrase todo aquello
que transformo este maldito día
en uno de fallos y desaciertos
que la garua fuese el agua que corre la tinta
y mi mente la hoja mojada que queda destruida
pero que aún tiene hojas disponibles para un nuevo día
en donde quizá el sol no salga
pero el cielo rojo de Lima sepa cuidarme
de lo que me irrita y fastidia
lo que quizá pudo ser un gran día.




sábado, 16 de noviembre de 2013

Objetos perdidos y Sonrisas encontradas




Hay veces resulta mágico como un buen día soleado puede levantar tus niveles de serotonina en tu cuerpo. Como unos pequeños y tenues rayos de sol pueden acariciar tu piel, reviviéndola, quitándole el abrigo de invierno que suele volvernos por unos meses seres sombríos, con el rostro lívido y hastiados del mismo cielo rojo limeño que inunda nuestras noches.
Y poco a poco llega mi verano, que se resiste a acogerme y me hace esperar. Pero mientras me mantiene en vilo, las aves comienzan a regresar, me sorprenden con su vuelo aireado, sus danzas multicolores y sus suaves melodías que me suelen relajar.
El verde de las hojas se va tornando más fuerte y mientras camino por esos senderos, algunos botones de flores se abren y me muestran sus secretos.
No hay mejor momento que aquellos que no tienen precio. Aquellos en donde tan solo por mirar al cielo una sonrisa se dibuja en tu rostro, aquellos en donde dejas que tus brazos se abran y se vuelvan uno con el suave viento y cuando las aves pasan volando por tu lado, pienses, remotamente algo así debe ser poder surcar por los cielos.
Algo tan frugal puede hacerme sentir viva, hacerme notar que tras mi casaca o mi chompa hay un pequeño tambor que mantiene su redoble todo el año aún cuando me olvido de él en los días fríos, en donde mi cuerpo se resiste a abandonar la calidez de mi alcoba y en  donde me dejo llevar por las miríadas garuas que enjuagan mi alma.
Con un poco de sol y  acompañada de un sabroso postre, teniendo una buena compañía puedo olvidarme de todo. No se necesita mucho para robarle momentos de felicidad a la vida, y si esta te sorprende quitándote algo, como quizá tus lentes que te acompañan casi siempre en las buenas y en las malas... Qué más queda que dar un suspiro de condolencia, achinar bien los ojos para poder mirar de lejos y seguir disfrutando de mi sonrisa, aunque efímera, aún la puede sentir grabada en mis labios.   




sábado, 2 de noviembre de 2013

Cavando hacia el centro de mi tierra



Cavar y cavar. Las manos llenas de ampollas y heridas abiertas que se mezclaban con la tierra y la sangre, que en algún momento había estado manando y que ahora se encontraba encostrada por la tierra y el polvo sobre ella. La lampa ya se había moldeado perfectamente a mi mano, a mis dedos o era mi mano la que había adquirido esa forma férrea por el largo uso del mismo.
La gente siempre me creyó loco, lunático, desubicado; yo más bien me categorizaría como un ajeno. Lastimosamente las palabras de esa persona anónima eran ciertas "si no eres parte de la solución, eres parte del precipitado", pero dejarían de serlo en poco tiempo.
Al final demostrare que no hay solución ni precipitado, todos somos parte de un todo amorfo que tomo como suyo algo que nunca lo fue y que todos los que pensaron que era un ajeno a ellos terminaran siendo ellos los verdaderos ajenos .
El sonido cortante de la lampa que violenta la tierra para ser removida, era mi música desde hacía horas o quizá días, no importaba, el hoyo debía profundizarse, debía llegar hacia mi objetivo, pensaba remover medio campo si eso era necesario para encontrarlo o encontrarlos.
Las personas que habían pasado hacia ya un buen tiempo, no podría asegurar horas o días porque la oscuridad de la profundidad no permite la entrada de la luz o saber su real brillo para poder predecir el momento exacto del día, me preguntaron qué hacía. Yo los ignore y seguí cavando, ni así les hubiera explicado comprenderían el papel fundamental de mi misión.
No era tampoco que quería ser comprendido, la comprensión era solo para los débiles, para aquellos que tienen la necesidad de ser aceptados y comprendidos en la magnitud total de su ser. Bobaliconadas. Nunca entenderían la profundidad de mi ser así como la profundidad de este hoyo.
La última persona que vi hace ya horas, porque no parecía un evento tan lejano, me preguntó porque cavaba mi tumba con tan profundidad; finalizó hablando solo diciendo que si seguía así iba a poner mi cadáver en el mismo infierno.
El infierno, el paraíso, la sociedad, al igual que todas sus limitaciones mundanas eran solo una forma de reprimir y hacer sentir a algunos pocos dichosos y omisos del poder malévolo de estas fuerzas; mientras una gran mayoría se revuelca de miedo y pavor bajo imágenes falsas y omnipotentes, plegadas por todos lados estratégicamente para atemorizarlos e idiotizarlos. Ocultándose así estos poderosos de nada como los supremos para olvidarse, y engañar a los demás de que ellos son los únicos habitantes de esta tierra gobernada por ellos.
La palabras de mi maestro fueron las que me abrieron los ojos y me quitaron este velo que me encadenaba y oprimía, volviéndome una oveja que solo servía para seguir al rebaño y ser trasquilada cuando al amo le apeteciera; "la naturaleza es sabia", mi maestro me supo decir. Entonces todo encajo. Era cierto.
Tan sabia la naturaleza, no podía ser dejada en manos de nosotros. Aunque me cueste decirlo, soy parte de esa especie que se quedo estancada en el proceso de la evolución porque se dio las vagas ínfulas de haber explotado al cien por ciento todo su acervo genético. Y todo tiene sentido.
Que nuestros antepasados hayan sido unas bacterias o seres microscópico insignificantes, lo demuestra aun más. Pero nadie quiere ver, porque todos están ciegos o quizá para ellos la verdad sea tan fuerte que prefieren hacerse de oídos sordos para evitar cometer un suicidio masivo si entendiesen la realidad que se niegan a ver.
Con lo bien que le haría a la tierra tal hecho. Un poco menos de "gente" no estaría mal...
En especial un poco menos de esa que se cree superior o esa que se cree con poder de juzgarte y etiquetarte como algo que sirve o no. Así como Darwin y su teoría que: "el más apto sobrevive". ¡Patrañas! porque debería haber algunos aptos y otros no si somos de la misma especie, y de esa misma especie que se jacta de ser tan única y avanzada.
El sudor se había vuelto como una película fina que cubría todo mi cuerpo y este se movía casi autómata, no sé dónde sacaba energías y esperaba que ese fuente fuera inagotable por que debía llegar, no importa cuánto deba cavar, debo llegar.
Afuera de este hoyo, de este túnel de gusano que me transportara hacia el lugar primigenio que me salvara, no soy nada. Y si no hay tal lugar, entonces morir en este hoyo no estará mal, afuera no hay nada que me una para regresar. De seguro mi único motivo para venir a este mundo en esta forma sea para encontrarlos.
Porque sé que se encuentran ahí, o al menos ahí se encontraban. Quizá después de presenciar tanta barbarie hayan decidido emigrar a otro lugar, a otro mundo que no se encuentre tan sucio, tan repleto de ideas que han matado el cerebro de la mayoría de sus habitantes, porque más que las armas, los pensamientos o creencias masivas eran más destructivas que un objeto que podía lacerar tu carne. Un pensamiento tomado como tuyo te oprime y te encasilla, te encierra, te vuelve ciego y eso era lo que le pasaba a esta nueva humanidad.
¿Humanidad? Palabra que se usa para significar que uno es superior o que por pertenecer a la especie humana es mejor que las demás, es casi una deidad ante las otras especies. Que completa estupidez. Por esos pensamientos es que no podemos ser los más evolucionados. Aquí, en esta tierra aún quiero creer que nuestro verdadero progenitor, el verdadero dueño de este planeta se encuentra aquí.
Quiero llegar a él, necesito hacerlo porqué sé que él es el único que me puede sacar de esta inmundicia de la cual me hallo inmerso por mis orígenes de los cuales reniego, orígenes que nunca tampoco me aceptaron como perteneciente. Soy un paria, sí, y prefiero eso a ser parte de esto que queda.
 Y si las fuerzas se comienza a ir, como este oxigeno que comienza menguar y las manos me tiemblan porque ya no corre sangre por mis venas sino resentimiento y encono ante este mundo cruel y obtuso para los que no llenan o sobrepasan su molde, entonces morir, sí, morir, sea quizá mi única escapatoria porque yo lo habría decidido y no una sociedad que se da valores falsos que solo te controlan y a la larga te hacen enloquecer porque nunca vas a ser muy buena para ella.
Sé que no soy digno de encontrar a nuestros creadores, tras pasar tantos días cavando, estando en soledad yo y mi alma me doy cuenta que no soy muy diferente a aquellos que están  afuera de este agujero. Soy parte de esta masa porque mis propios cimientos servirán de abono para esta tierra, soy parte de ellos porque igual me lleno de odio sobre aquello que mis ojos no pueden entender, y lo que no entiendo son ellos.
Clavo la lampa y saco tierra, la vuelvo a clavar y saco más tierra que se ha vuelto mi abrigo y mi alimento, mi aire y mi fuerza, porque por primera vez siento una calidez sincera, un abrazo profundo que toca el corazón y si bien estoy solo me siento acompañado.
Clavo una vez más la lampa y ya no puedo sacar más tierra, mis ojos se humedecen y toda la efímera luz se vuelve oscura, el negro infinito colma mi alma, mi pecho apretado, compungido, se relaja, el latir de mi corazón se acompasa con el vibrar de aquello que me envuelve y no sé si los he encontrado o ellos me han encontrado a mí.
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